Vivir con diabetes me ha dado una nueva perspectiva. Cuando me diagnosticaron la enfermedad a los 15 años, tuve que tomar las riendas de mi vida de repente y tomar importantes decisiones diarias para mantenerme sano y prosperar. La diabetes me quitó mucha de la libertad que sentía que necesitaba cuando crecía. No podía hacer muchas de las cosas que hacían mis amigos. Esto me impulsó más adelante a ampliar y superar las normas de lo que una mujer con diabetes puede y no puede hacer.

El diagnóstico de diabetes de mi padre fue el detonante que me empujó a la defensa de los enfermos de diabetes. Siempre había llevado bien mi diabetes de tipo 1, pero sentía que en mi país había una gran necesidad de grupos de apoyo y de acceso gratuito a la información para las personas con diabetes. Como cuidadora de una persona que padece esta enfermedad, creía que se necesitaban más herramientas para que las personas afectadas pudieran controlar su diabetes de forma positiva. El día que diagnosticaron a mi padre, se me ocurrió la idea de "Positive on Glucose", que empezó como una página de Instagram y se ha convertido en una ONG.