Michael Donohoe

EE.UU.

La diabetes de tipo 2 era muy frecuente en la familia de mi padre. Él perdió familiares por problemas renales y cardiovasculares, y mi madre también perdió un hermano por diabetes. A ella le diagnosticaron la enfermedad seis meses antes que a mí.

Cuando me diagnosticaron diabetes de tipo 2, también descubrí que padecía una enfermedad cardiaca. Vivía sola y me casé poco después. El diagnóstico cambió algunos de mis hábitos, como salir con los amigos, y empecé a comer más sano y a hacer más ejercicio. Dados mis antecedentes familiares, temía que el diagnóstico me llevara a una muerte prematura.

El tiempo me ha dado perspectiva y ahora que vivo con múltiples complicaciones y afecciones relacionadas, estoy menos ansiosa y más centrada en lo que puedo hacer para ayudar a los demás. Tengo cinco hijos y me preocupa un poco que desarrollen diabetes de tipo 2 en algún momento de su vida. Por eso vigilo los posibles factores de riesgo que puedan tener.

El tiempo me ha dado perspectiva y ahora que vivo con múltiples complicaciones y afecciones relacionadas, estoy menos ansiosa y más centrada en lo que puedo hacer para ayudar a los demás.

Cuando se saca a la luz una enfermedad "invisible" como la diabetes, puede aparecer el estigma. Intento abordar este problema y mejorar la concienciación y la comprensión siendo lo más abierta posible sobre mi diabetes. También defiendo enérgicamente a las personas a las que se les acaba de diagnosticar la enfermedad o que se ven gravemente afectadas por ella. En mi país, muchas personas con diabetes tienen problemas para acceder a los medicamentos y a la atención. Dedico mi tiempo a desarrollar programas y a fomentar la adopción de medidas para hacer frente a las numerosas políticas locales y nacionales que no benefician a la comunidad diabética ni a la de las ENT en general.

En la defensa de la diabetes, las personas con diabetes tipo 1 son el 90% de la voz, mientras que las personas con diabetes tipo 2, que representan el 90% de todas las diabetes, no son más que el 10% de la voz. Por tanto, es importante llegar a esta población e implicarla para garantizar una comunidad unida que mejore la vida de todos los afectados por la diabetes.

"Intento hacer frente al estigma y mejorar la concienciación y la comprensión siendo lo más abierta posible sobre mi diabetes".